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Indiferencia

Indiferencia Se habla de que la indiferencia es el mal de nuestro tiempo. Sí, reaccionamos con indiferencia ante los problemas ajenos. Nos desayunamos con los muertos de Oriente Medio, con los de Irak, con las hambrunas de África y los secuestros de Colombia. Desayunamos miseria cómodamente instalados en la cocina mientras contemplamos, a través de las cortinas, esas nubes que nos dirán si hoy llueve o no.

Y quizás esa indiferencia no sea tanto de nuestro tiempo. Es posible que, en realidad, seamos así. Me llamó mucho la atención hace poco el cuadro "La caída de Ícaro", de Brueghel el viejo. Es un cuadro irónico que da qué pensar. En un contexto bucólico un labriego, en primer plano, ara la tierra. En un segundo plano y casi imperceptible, se ve en el mar, al lado de los barcos, el cuerpo caído de Ícaro. Parece que no ha pasado nada. Y es posible que no haya pasado nada.

2 comentarios

seamos cínicas -

Sí, Esstu, siempre hay gente que se esfuerza en ir más allá. Afortunadamente.

Esstupenda -

El mundo idílico del campo, la tranquilidad frente a la turbulencia y el vértigo del compromiso liberador.
Ícaro buscaba el fuego para traerlo al resto de los humanos, y se perdió en el intento.
Parece que el destino de la vanguardia es perecer.
Me siguen sobrecogiendo las imágenes de los paslestinos que luchan contra este nuevo y Goliat (se ha apuntado al lado judío abandonando a los philistim) sin apenas esperanzas, me hiere esta suicida desesperación.
Pero hoy he visto a una anciana, apoyada en su bastón, cargada con una bolsa bastante pesada para una mujer de su edad y estabilidad, acercarse despacio a un contenedor de papeles y verter lentamente su contenido. Me ha emocionado su solidaridad, su convicción en ese gesto de compromiso con un futuro para un planeta en el que ya no va a estar demasiado tiempo.
¿No te gusta este Ícaro?